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oficina pública
Se supone que soy un poeta, se supone que esta frase es de Bukowski, se supone que Bukowski existió y fue un poeta, y trabajo y le faltó el dinero o la plata, como decimos acá. Se supone, entonces, que estoy trabajando, en una oficina pública, aquí donde la gente está al servicio de otra gente, con su tiempo, perdiendolo, perdiendo el pelo, las ganas, los años, el sexo, fuman y dejan de fumar, lloran en los baños y vuelven tranquilos a poner su blando culo en la silla publica. Se supone que un hombre como yo debe llegara tiempo, reordenar su escritorio, encender la computadora, redactar notas y notas, para gentes y gentes, mirar por encima del monitor, espiar la soledad de otros. pensar, si se habran bañado, si habrán llorado en la noche, o recién, si se habrán masturbado pensando en la furia de saber que pierden el sexo y el tiempo al servcicio del publico, adivino si se preocupan por el dinero, o como le digan, creo saber que escribiran cosas parecidas en sus maquinas y despues delete. Se supone que al menos debería escribir poemas claros y cercanos a esta gente, tendria que releer a Benedetti, revelarme quiza en mi casa pensando en Sabato, y descubrir otra vez que es un viejo choto que hiló finamente en la memoria de un grupo de personajes ineludibles, aunque sea un viejo choto, y amucha gente, su persona le resulte ineludible. Se supone que deberia pensar en el paso del tiempo, uno está acá para esas cosas. Penar sufrir y mirar como las hormigas comen la carne y se van llevando las horas, mirarlas como ajenas, como si uno no las hubiera criado y alimentado con su propia carne. Se supone que el ruido de los ligamentos laxos de las horas esta siendo disimulado por las maquinas, y los ruidos laxos del corazon aplastados por las ganas de un poema |